El flujo migratorio ha aumentado de forma progresiva en los últimos años y en 2013 se alcanzó la cifra de 232 millones de personas que fueron a otros países en busca de mejores condiciones de vida. Un 30 por ciento de ellos tienen menos de 29 años, según un informe divulgado hoy.
Los jóvenes emigran por razones económicas y en busca de una mejor educación y de empleo, entre otros motivos, y una cuarta parte de ese colectivo tiene que marcharse por razones políticas en sus países de origen. Los niños y niñas migrantes corren el riesgo de sufrir hambre y frío en su trayecto, de padecer enfermedades, sin tener acceso a servicios de salud, de ser explotados por el crimen organizado y de ser detenidos, además de otros tipos de violencia y discriminación por parte de la población de los lugares que atraviesan.
En muchos casos, los niños transitan solos por México hacia la frontera con Estados Unidos para reunirse con sus familiares que viven en aquel país o buscando una vida mejor.
Los niños y niñas migrantes son vulnerables a situaciones que pueden violentar sus derechos como:
- Ser detenidos
- Estar expuestos al crimen organizado o al tráfico de personas
- Sufrir violencia y discriminación
- Pasar hambre y frío
- No tener acceso a servicios de salud

No hay comentarios.:
Publicar un comentario